Play City Hermosillo apestan
También había un supervisor alias El pingüino valencia, que era gay, que por lo mismo odiaba a las mujeres, y nos trataba con la punta del pie, y a los hombres que no se llevaban bien con él, o que le sacaban la vuelta, los trataba de manera déspota y abusiva.
No nos servía de nada quejarnos con recursos humanos, ya que el tipo también era gay, y por conservar su puesto, dejaba que el gerente asqueroso y los supervisores prepotentes y déspotas hicieran lo que les daba la gana con nosotros. Nos obligaban a gastar en ridículos disfraces cada vez que se les daba la gana en hacer un fin de semana temático, y nadie nos ayudaba con los gastos, mucho menos nos agradecían el esfuerzo.
Había dos chicas que estaban embarazadas, a una la hicieron renunciar poniéndole el peor horario, y el día que fue a pedir apoyo a recursos humanos y gerencia, le dijeron que no podían hacer nada, que esos eran los horarios, si no estaba de acuerdo que se fuera, siendo que había varios turnos, y la chica renuncio. La otra chica que estaba embarazada para la felicidad del gerente tuvo un aborto espontaneo, y cuando se enteró agradeció la suerte de que hubiera abortado, y dijo, “un problemita menos”, lo mismo comento la supervisora lesbiana y el supervisor gay.
Me tocó ver que el gerente hacía malos manejos y teníamos que callarnos, nos hacía arqueos y se quedaba con el dinero que nos sobraba, así fuera un peso, y todavía decía con descaro “ya salió para el café”, también hacía recargas a ciertos clientes y no nos daba el dinero, hasta que el cliente ganaba con el deposito ficticio, o si perdía, el cliente tenía que ir al cajero del banco y sacar para pagar, mientras tanto nosotros como cajeros teníamos ese faltante. O también les seguía prestando a ver si se recuperaba. Y si decíamos algo, corríamos el riesgo de que nos corrieran ahí mismo, lo mismo hacía el supervisor gay.
Las comidas del gerente, nosotros las pagábamos ya que el marcaba sus comidas de la carta de clientes y no nos las pagaba, y cuando entregábamos el corte de caja, nos faltaba ese dinero, y había que ponerlo de nuestra bolsa. Y para rematar, en la cocina le servían doble ración de todo lo que pedía o le daban otras cosas que no marcaba. Como vivía cerca del casino, iba en horas fuera de su horario y se aprovechaba comiendo gratis, o pedía comida para llevar.
Oportunidades de crecimiento no había, ya que las pocas personas que subían de puesto era porque le caían bien al gerente o a los supervisores, le daban raite a la supervisora lesbiana, o porque eran amantes de los gerentes regionales y tenían el crecimiento seguro, mientras que la gente que estaba preparada y se merecía el puesto se quedaba estancado.
Así fue el tiempo que estuve en Play City Hermosillo, vi muchas cosas sucias, malos manejos con la gente ya que las maquinas estaban programadas para no pagar. Si piensan trabajar ahí, piénsenlo, yo creo que hay lugares donde puedes recibir tratos más humanos y donde puedas crecer profesionalmente. Yo creo que todos merecemos respeto y un trato digno. Y en Play City Hermosillo, no te lo dan.
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Comentarios sobre esta queja
Lo que saque en claro es que el lugar es pésimo para trabajar y que esta lleno de lesbianas y gays.
con todos tus adjetivos referentes a gays, lesbianas, transexuales y demas, desprestigias tu queja y queda como un simple chisme de lavadero, o como enojo de empleado resentido.
era necesario que especificara no se cuantas veces que tal persona era gay o tal supervisora era lesbiana ??? que te puedo decir estas muy chava
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