Caso 149589 sin calif (0 calificaciones) Cía: Rustic Kitchen México19/02/20

Rustic Kitchen Mexico apestan

Categoría: Restaurantes, Bares y Otros / Restaurantes

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A pesar de que el restaurante Rustic Kitchen Mexico A simple vista se ve muy prometedor, en la entrada hay un anuncio que dice «a pesar de manejar los más altos estándares de calidad, el que un platillo esté crudo se deja a consideración del cliente»

Al entrar al restaurante, cabe mencionar que no había hosstes ni cuando entramos ni al salir, realmente el decorado es muy acogedor. Nos sentamos a la mesa y por accidente se me cayo un cubierto que siguió tirado hasta que nos retiramos de la mesa.
10 minutos después de ofrecernos únicamente la carta de alimentos, me tuve que levantar a buscar a alguien que nos tomara la orden y nos prestaran su carta de bebidas. (Había 4 mesas ocupadas, 2 meseros y 1 capitán de meseros)
Elegimos los macarrones gratinados y los ravioles a la mantequilla.
A pesar de que la carta del restaurante Rustic Kitchen Mexico dice que la pasta es preparada cada día, los macarrones, eran más bien coditos (pasta que venden empaquetada en el súper) con una salsa de crema de aceite de trufa, llegaron fríos y sin ningún cubierto con el cuál poder servir. Lo servimos con nuestro tenedor y comimos únicamente la mitad para saciar el hambre.

Los ravioles llegaron 10 minutos después nadando en mantequilla. La pasta de estos ravioles sí estaban hechos por ellos, pero estaban crudos, es decir, las orillas estaban duras y el centro era muy chicloso. Le comentamos a uno de los meseros que los ravioles estaban crudos y su respuesta fue «ah, ¿están crudos? ¡Ahorita se los calentamos!» ya que este mesero hablaba muy fuerte, pudimos escuchar que cuando entró a la cocina comentó «quesque están crudos» De 6 ravioles, únicamente nos comimos la mitad de uno, ya que al regresarlos, la pasta seguía cruda y sólo se calentó la mantequilla.

Al pedir la cuenta nos preguntaron si queríamos los platillos para llevar, a lo que respondimos «no, gracias» de forma sarcástica. Al capitán de meseros sólo hizo una mueca de disgusto sin preguntar cuál había sido el problema.

Las tres personas con las que tuvimos contacto tenían mala cara y ninguna se mostró interesado en saber qué fue lo que nos pareció mal de los platillos (he visto en otros restaurantes todo lo contrario)
Me pareció una broma su pregunta la final sobre «¿gusta agregar propina?» Cuando era evidente que no quede satisfecha con la comida ni con la atención.