VivaAeroBus, Robo y daño de equipaje

Bueno, el equipaje lo acomoda, transporta (hacia el avión) y verifica el Aeropuerto; la aerolínea solo lo carga en el vuelo. Deberías quejarte, más bien, del aeropuerto.

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Luego de que uno felizmente documenta sus petacas, y el equipaje es transportado quien-sabe-carambas-donde-y-con-quien, el personal del aeropuerto le esculca con toda paz e impunidad, mancillando la confianza del pasajero.

En ese punto, el equipaje está ya a merced de las más bajas mañas de la mafia aeroportuaria (como dice amlo, 'puercos, cochinos, cerdos y marranos') ^(*(oo)*)^ ¡oink, oink! --- valiéndose de revisiones de seguridad que marca la ley, a las maletas las examinan con rayos x, físicamente, y con perros anti-todo, con lo que obtienen información extra, pri-vi-le-gia-da, y se enteran qué artículos carga cada maleta --- por lo que no se tientan nada de nada los muy hijos de viilla para saquearlas, para luego devolverlas incompletas rumbo a su destino. No parece haber control de personal y procesos en este punto, de menos, pues aquí es dónde ocurren principalmente los robos a equipaje -en lo oscurito-, hasta que se cumple la hora del embarco, y los carritos con (lo que queda de las) maletas, son llevados hacia el avión.

Y para variar, dependiendo el control en tierra en el destino, lo MiSMiTo puede pasar al llegar al destino, otro pase de báscula ombligatoria ;)

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Sobre el trato a maletas: Alguna vez en un aeropuerto extranjero, mientras caminaba a migración, miré un avión en posición de desembarco, de los grandes, siendo descargado por dos personas. En eso, el monito que estaba arriba lanza un portafolios, obscuro, grande, al que estaba abajo, distraído, y el portafolios / maleta cae cuan grande, de canto y contundente sobre el piso, justo a un lado del operario --- era tal cual una maleta de esas tipo samsonite de las duras de plástico, muy populares en los 90s. Total, el portafolios se abre totalmente como sabiendo que ya había arribado a su destino y era tiempo de desempacar -- el viento hizo el resto. Un sin fin de papeles salieron volando del portafolios, cual palomas luego de un truco de magia callejera. En medio segundo, aquello se convirtió en un caos de papeles volando en dirección del viento. El monito en tierra logró corretear y recuperar algunas hojas sueltas, y regresarlas al equipaje, para cerrar la maleta de inmediato --- y las demás hojas, como dice la frase, se las llevó el viento...

En este caso, muy posiblemente el dueño del equipaje llegó a reclamar la falta de varias páginas en su escrito, sin llegar a conocer la historia completa que vivió su maleta y contenido.

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