Caso 46443    sin calif  (0 calificaciones) Cía: CONALEP17/01/11

Eun lavadero de manos más en CONALEPMICH

Me dirijo a todos ustedes en un ejercicio de libre expresión la cual pueden cada uno de ustedes atender bajo el mismo contexto de libre atención (y no condicionada por un marchómetro), pero además como un intento de disipar una frustración más, relacionada con los manejos administrativos y sindicales que el CONALEPMICH tiene como facultades y que en el ejercicio de las mismas, pueden intentar entender desde mi perspectiva, quizás hasta llegar su comprensión.
Durante el pasado 5 de Noviembre, se nos informó en una asamblea en el plantel Morelia 2 (a donde pertenezco desde hace 19 años y de donde hemos concretado los derechos laborales a través del SUTACONALEP) citada por el CEE, acerca del Congreso Pedagogía 2011, mismo que se desarrollaría en la ciudad de La Habana (Cuba) para el mes de enero de 2011. Debido a que parte de la información que se nos compartió se refería al costo de la asistencia al congreso, en particular mencioné mi interés en asistir como ponente. Ante tal interés, surgió el comentario del Secretario General (J. G. D) quien con palabras exactas mencionó el compromiso por parte del CEE de “hacer un esfuerzo” para que la asistencia de quién fuese como ponente al mencionado congreso fuese sin costo alguno.
La idea de la asistencia, además como ponente y con esas facilidades me entusiasmó; de manera tal que por mi parte me contacté con los organizadores del Congreso y pude mandar en tiempo y forma un artículo para su evaluación por parte del comité científico del Congreso. Habiendo cumplido con los requisitos del citado comité, se me informó que mi artículo fue aceptado y consecuentemente, debía de presentar una ponencia de éste durante los trabajos del Congreso; todo esto en una carta fechada el 20 de Noviembre de 2010.
Mi siguiente acción fue avisar mi logro al Secretario General, quién compartió mi entusiasmo y me sugirió contactarme con el Secretario de Organización (G. G. H.), con quien tuve pláticas desde esas fechas y quien además me informó que era prácticamente un hecho mi asistencia; de hecho, a sugerencia suya, le hice llegar vía correo electrónico (primeramente el 9 de diciembre y después el 11 de diciembre de 2010, como lo corrobora mi bandeja de correos enviados) un documento que describía mi situación y en donde además le recordé del compromiso de la gratuidad de la asistencia en mi caso, pidiéndole que hiciera las gestiones necesarias (tal como mencionó el CEE que lo haría) y además quedaba a sus órdenes. No obtuve respuesta de ningún tipo por su parte.
Así, en días pasados, recibí una llamada del mismo Secretario de Trabajo para preguntarme de mi disponibilidad de pasaporte para la asistencia al Congreso. Me comentó además la posibilidad de un pago de mi parte para mi asistencia al Congreso (atribuido a atrasos en las gestiones de la Dirección General y costos excesivos por la misma causa), cosa que yo de manera categórica tuve que negar, recordando el compromiso público (y moral) por parte del CEE mediante las palabras de su Secretario General.
Finalmente, el pasado 15 de enero de 2011, al atender la convocatoria del CEE para la asistencia a la Asamblea General Ordinaria, entregué personalmente al Secretario de Trabajo la copia del pasaporte que me había pedido vía telefónica y la solicitud que me pidió en diciembre. Su insistencia en la condición en el pago de una proporción de mi parte para mi asistencia al Congreso me sorprendió, así que palabras más o menos, le pedí que me definiera si debía pagar esa proporción de dinero (honestamente, ni siquiera la pregunté cuál era el monto) para confirmar mi asistencia al congreso, así que su respuesta fue categórica: si, debía pagar para asistir, o en el mejor de los casos: buscar algún patrocinio.
Como mencioné en un principio, mi sentimiento de frustración es genuino, y puede ser que ya no provenga de que no haya reacategorización (a pesar de ser una evidente violación al contrato colectivo), o de la descarga académica que nunca tuve para realizar mis estudios de maestría, o de más etcéteras; por favor: todo esto me frustra, pero ya me he acostumbrado a ello. Por supuesto que para no violentar la Asamblea del pasado 15 de Enero, escribo aquí que esto no es justo. ¿quién pagará los 860.00 pesos del pasaporte que me pidieron?, ¿Por qué nadie me dijo que debía gestionar un patrocinio? (las palabras del Secretario General fueron “a ver como le hacemos” más no: “a ver como le haces”). No menciono más detalles, a fin de cuentas, me acostumbraré.
Si me hubiesen dicho desde un principio “tienes que pagar un porcentaje”, una de dos: no invierto 18 horas de mi tiempo y experiencia en escribir un artículo, o hago un ahorro y redacto el artículo para asistir a dar la ponencia; y en el peor de los casos: no me preocupo en lo mínimo por asistir al congreso, a fin de cuentas ¿para que me sirve la superación académica?. No pierdo la fé en que, quienes lean el presente comunicado puedan llega a cree que la frase “por la superación académica” puede dejar de ser una frase que adorna nuestro emblema.


Morelia, Mich. 17 de enero de 2011
Francisco Javier González García. Profesor del SUTACONALEP, plantel Morelia 2.

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