Etre Esthetiques el salón de belleza donde practican racismo y medicina sin tener licencia
(Ciudad de México,
Distrito Federal,
)
Categoría: Servicios / Estéticas, Peluquerías, Spas, etc.
Por:
39912
Llegué con mi esposo el día de la cita, ya que él también tenía cortesía, y para nuestra sorpresa, cuando les mencionamos que llevábamos la cortesía de corte de cabello no sólo pusieron expresiones de enojo en sus caras, si no también mencionaron que no nos podían dar el servicio "ELITE" que simplemente nos atenderían uno de sus estilistas con el servicio "estilista" (así catalogan ellos sus servicios). Pero resulta que en la cortesía no se menciona por ningún lado ni en letras chiquitas que la cortesía sólo es válida para el corte más barato.
Después de hacernos esperar un rato, aparecieron los estilistas que nos cortarían el cabello a mi esposo y a mi. A él lo atendió un joven amable, mientras que a mi me atendería una mujer que denotaba expresión seria. Me pidió que tomara asiento ya para comenzar con el corte y de pronto sólo me dijo: "Espérame un momento, ahorita regreso" y la vi irse hacia recepción donde estaba el tipo que nos recibió con desagrado cuando mostramos las cortesías.
Enseguida se me acercó uno de los trabajadores del mismo lugar y me ofreció una bebida de cortesía mientras me entregaba un menú para poder elegir la que quisiera. en el menú había café en varias de sus presentaciones, chocolate, té verde, agua, refrescos; pero antes de que yo eligiera mi bebida el joven me interrumpió diciendo que no tenían café de ninguno, ni refrescos, ni chocolate, que sólo había té o agua. Así que le pedí un té.
Al poco rato llegó la empleada "V" junto con el señor de recepción con una Tablet en la mano, y éste me dijo tal cual lo siguiente:
"Tenemos un problema, no podremos darte el servicio el día de hoy porque tienes LIENDRES (mientras me entregaba su tablet mostrando en la pantalla una página de internet que explicaba lo que son las liendres) y no podemos arriesgarnos a que el servicio y la calidad para nuestros demás clientes se vea perjudicada. Nuestra estilista V. logró detectar este problema, pero no te preocupes entendemos que muchas veces ni uno mismo se da cuenta de lo que tiene, pero en la farmacia venden tratamientos para curar este problema y cuando te lo hayas tratado regresas".
La empleada V., interrumpió diciendo que muchas veces ese problema se confundía con la caspa, pero que me recomendaba que me lo atendiera pronto porque apenas me comenzaba y eso es sumamente contagioso y que un DERMATÓLOGO podía ayudarme con un tratamiento efectivo.
Me quedé totalmente anonadada puesto que yo soy una persona sumamente cuidadosa con el cuidado de mi cabello, siempre utilizando productos orgánicos. Así que pregunté si esperaba a mi marido afuera, pero me dijeron que me quedara ahí sentada esperándolo.
Mientras esperaba vi llegar a dos clientes más, a los cuales para mi sorpresa, sí les ofrecieron de beber todo lo que estaba escrito en el menú, incluso a mi esposo le mencionaron también cerveza y vino.
Cuando terminó mi marido y salimos del lugar, le conté todo lo que me habían dicho y en ese momento nos dirigimos hacia un Dermatólogo para corroborar o desmentir el diagnóstico que me dieron en el salón. En efecto, el Dermatólogo, quien tiene las facultades, los estudios y sobre todo la licencia para ejercer la medicina, me dijo que en ninguna parte de mi cabeza (cuero cabelludo o cabello) se veían rastros de liendres o de alguna anomalía, por lo que mencionó que no tenía de qué preocuparme.
Con base a lo que me dijo el doctor, mi esposo decidió llamar a la estética para resolver el asunto de la discriminación, humillación, falta de ética profesional, negligencia y sobre todo, ejercicio de la medicina sin tener la facultad ni licencia para hacerlo por parte de su empleada. El tipo que lo atendió fue el mismo que subió con la tablet ya cargada con una página de internet que explica lo que son las liendres, y comentó que ellos no podían arriesgarse a que sus demás clientes se infectaran y por ello hasta tuvieron que fumigar el lugar ese día. El tipo siempre mantuvo una actitud irritable y comenzó a cambiar todo el orden de los hechos, alegando que ellos jamás mencionaron que yo tenía liendres, no sin antes insultar a mi marido por la forma en que llegamos a su estética: con una cortesía! por lo que volvemos a caer en la discriminación.
En fin, mi esposo y yo ya asistimos a PROFECO y a la CONAPRED (asociación que resuelve asuntos de discriminación de cualquier tipo) para darle seguimiento a esto, porque pensamos que todos los clientes que visitan ese salón de belleza que se supone es costoso por el servicio que dan, no deberían tratar mal ni discriminar a las personas que llegan con cortesías que ellos mismos otorgan, si no mejor que se ahorren el tiempo en hacerlas y así no atender a gente que les pedirá un corte gratis.
Así que amigos, si alguna vez deciden ir a esa estética y les dicen que tienen liendres, piojos, o lo que sea, ya saben que así se las arreglan para no atender a gente que les parece de muy baja categoría. O si van, no olviden llevar su cartera llena porque es un hecho que en ese lugar, como te ven te tratan.
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Comentarios sobre esta queja
Te sugiero ya no ver la Rosa de Guadalupe, y bastante fantasiosa tu historia.
Es decir, no quisiste pagar un corte de cabello, pero si pagaste una consulta con un dermatologo?
Mitomania al 100%, de verdad no es necesario echar tantas mentiras para convivir.
Es decir, no quisiste pagar un corte de cabello, pero si pagaste una consulta con un dermatologo?
Mitomania al 100%, de verdad no es necesario echar tantas mentiras para convivir.
No me cuadra el hecho de decir que porque se cuida mucho el cabello con productos orgánicos y así, le extrañe que le digan que tiene liendres, y que tenga que ver con ejercer indebidamente la práctica de la medicina. Los piojos y liendres aparecen por contagio, no tiene nada pero NADA que ver que el paciente tenga mucha limpieza, y por otro lado, no se requiere cédula profesional de medicina para detectar un piojo, ¡Por favor!
Hay que decir la verdad y no ponerle cremita de más a sus tacos, cuente las cosas como realmente sucedieron.
subir Hay que decir la verdad y no ponerle cremita de más a sus tacos, cuente las cosas como realmente sucedieron.
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