Malibu Car Wash apesta

Como persona que se dedica a la atención y el servicio a clientes, no puedo ni asimilar cómo existen estos lugares ni las personas que los atienden, quienes en este caso no serán nombradas ya que por supuesto tienen el deber de esconderse. Lamentable la existencia de lugares como el Car Wash Malibu en Monterrey, (a quienes desafortunadamente daré publicidad por este medio) a donde llegué a pagar $60.00 pesos por el lavado exterior y aspirado de mi auto, una vez que se aseguran de cobrarte, pasas al "servicio" el que en mi caso básicamente consistió en lo siguiente:

Mojar el carro y pasar a la sección de secado, aspirado, armor all, etc. pero no, esperen, nada de eso pasó, ya que había una fila de aproximadamente 10 autos delante de mi, los cuales íbamos a ser atendidos en tres escasos lugares, lo que tomaría una eternidad bajo el incandescente calor de esta ciudad, pues mi error consistió en sugerir al "encargado" abriera otra isla (nombre que se le da a cada lugar para dar el servicio que hayas pagado) para atender un poco mas rápido a tantos clientes que tampoco se mostraban contentos por la increíble espera. Pues la respuesta fue esta: básicamente me dijo el jovencito que así era como trabajaban, y gritando me ordenó que pasara al lugar que me indicaba, en el que no cabía ni una mosca!, obviamente me molesté con su actitud y le solicité de nuevo que abriera una isla más, se negó y siguió ¡gritándome! que me moviera, que no iba a hacer nada. Al momento le pedí su nombre y se negó a dármelo (con que gusto lo hubiera incluido aquí), pero para mi "suerte", llego el dueño, si!!, pensé yo, ahora verá este sujeto lo que es dar un servicio de calidad y tendrá que darme una disculpa. Acto seguido se acerca el "dueño" un señor entrado en edad con gafas obscuras y pensé, por fin una persona sensata, me pregunta qué ocurre y le comento de mi desagradable conversación con su empleado. ¿Qué hizo él?. Abre mi carro sin preguntarme nada, despega el ticket que comprueba mi pago, se va, regresa con el dinero!!, y me lo avienta ! al piso!, me dice que me largue del lugar, que no me va a dar el servicio y que de inmediato había pedido una patrulla para sacarme de ahí.

¿Qué hice yo? Esperar a la patrulla por supuesto, alguien que no fuera su empleado tenia que ver la actitud de este sujeto y escucharme, la patrulla no llegó, yo como la mayoría de los regiomontanos, tenía trabajo esperándome así que me fui del lugar, con el carro sucio, sin dinero e increíblemente insultada por un par de tipos.

Mi razonamiento fue: Esto no es posible, me quejaré ante la Profeco, lo que me hace recordar el por que actúan así en este lugar; para poner una denuncia en la Profeco es necesario tener un comprobante de que yo estuve en ese lugar y efectivamente pagué por un servicio que no recibí, ya sin mencionar la humillación.

Enviado por: - Ivonne Guajardo González (eiguajardo @ hotmail.com) -