Restaurante La Polar apesta, meseros pésimos, prepotentes y rateros
(Ciudad de México,
Distrito Federal,
)
Categoría: Restaurantes, Bares y Otros / Restaurantes
Por:
31686
Lo peor y desgastante vino a la hora de pagar y retirarnos, ya que mi mesero estrella DESMERECIÓ la propina que le habia dejado y exigiendome el 15% del total argumentando que se tenia que poner a mano con todo el personal (moje). Esa parte la entiendo, pero que no nos quieran ver la cara de pen... exigiendo propinas que definitivamente NO se ganaron. La próxima vez que usted vaya a comer a este lugar tenga mucho cuidado con estos RATERAZOS de La Polar sobre circuito frente a Telmex.
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Comentarios sobre esta queja
Habitualmente el servicio de mesero es de regular a malo, el común denominador es pocos meseros para atender demasiados comensales, imagino esto se debe a que precisan abarcar lo máximo posible porque en su lógica consideran que a mayor número de comensales mayor propina, pero no intuyen, no deducen, que la propina se gana y NO es obligatoria, una ocasión en un barecillo cualquiera, un mesero exigía fervientemente su 15% de servicio, hasta la patrulla llegó, algún día platico el chisme completo.
A un amigo en Cancun un mesero salio a perseguirlo hasta la calle para reclamarle que le habia dejado muy poquito despues de un servicio asi como el que describe el quejoso, mi amigo es de muy malas pulgas y lo puso como la basura.
Y es que hay de meseros, a Meseros.
Si te tocó la pésima suerte de llegar a un lugar donde los meseros que trabajan allí son unos centaveros muertos de hambre, de esos que sólo les interesa la propina y condicionan la calidad de su servicio a la gratificación que recibirán después, pues es obvio que teniendo una mesa de 9 personas, tú pases a segundo término.
Yo he trabajado de mesero, y mi maestro fue don Miguel, un hombre que de la mesereada sacó adelante una familia, incluyendo colegiaturas en las mejores escuelas para sus hijos, y lo poco que tuve la fortuna de compartir de él, sólo fueron vivencias y testimonios siempre orientados a la satisfacción del cliente.
Entre muchas, recuerdo dos directrices fundamentales de su singular oficio; La primera, conservar a los clientes frecuentes, esos que prefieren esperar mesa, con tal de ser atendidos por su mesero estrella, a esos se les atesora. Y la segunda, los clientes que llegan por primera vez, a esos, hay que encantarlos, seducirlos, aunque y sólo lleguen por una soda, Don Miguel tenía el don nato del buen conservador, sabía de qué, cómo, cuánto y con quién conversar, sabía leer entre líneas y así, ese cliente que para otro tipo de meseros centaveros y cuentachiles pudiera ser un cliente que no dejó propina, para Don Miguel se convertía en un cliente que regresaría en el futuro, con compañía, producto del buen trato cálido y cordial que un mesero pura sangre sabe ofrecer.
Es por eso que digo, hay de meseros, a Meseros.
Si te tocó la pésima suerte de llegar a un lugar donde los meseros que trabajan allí son unos centaveros muertos de hambre, de esos que sólo les interesa la propina y condicionan la calidad de su servicio a la gratificación que recibirán después, pues es obvio que teniendo una mesa de 9 personas, tú pases a segundo término.
Yo he trabajado de mesero, y mi maestro fue don Miguel, un hombre que de la mesereada sacó adelante una familia, incluyendo colegiaturas en las mejores escuelas para sus hijos, y lo poco que tuve la fortuna de compartir de él, sólo fueron vivencias y testimonios siempre orientados a la satisfacción del cliente.
Entre muchas, recuerdo dos directrices fundamentales de su singular oficio; La primera, conservar a los clientes frecuentes, esos que prefieren esperar mesa, con tal de ser atendidos por su mesero estrella, a esos se les atesora. Y la segunda, los clientes que llegan por primera vez, a esos, hay que encantarlos, seducirlos, aunque y sólo lleguen por una soda, Don Miguel tenía el don nato del buen conservador, sabía de qué, cómo, cuánto y con quién conversar, sabía leer entre líneas y así, ese cliente que para otro tipo de meseros centaveros y cuentachiles pudiera ser un cliente que no dejó propina, para Don Miguel se convertía en un cliente que regresaría en el futuro, con compañía, producto del buen trato cálido y cordial que un mesero pura sangre sabe ofrecer.
Es por eso que digo, hay de meseros, a Meseros.
Corrección: Donde dice "conservador" debe decir "conversador".
¡Dios mío, me estoy haciendo sidléxico!
¡Dios mío, me estoy haciendo sidléxico!
Efectivamente coincido contigo Wilfris! Yo soy el primero en apreciar y reconocer el servicio de un buen meser@,lamentablemente ya en este país la propina se ha vuelto sinónimo de OBLIGACIÓN dejando de lado esa atención y calidez que la vieja escuela tenía. Por supuesto que también he tenido la oportunidad de conocer meser@s donde WAO! me quito el sombrero,desgraciadamente el servicio recibido por parte del personal de La Polar deja mucho que desear, y mas lamentable aun que por culpa de personas como estas, la gente en la vida se vuelve a parar ahi siendo un lugar donde se come rico. Espero firmemente que estos comentarios sean leídos por los propietarios del lugar, ya que como sabrán la MEJOR o PEOR publicidad se da de boca en boca.
Recientemente me enteré que en este lugar asesinaron a un comensal entre varios meseros y el gerente, clausuraron el local pero al poco tiempo ya estaba operando.
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