Consorcio Ara y Profeco... ¡Harán tus Pesadillas Realidad!

No compres una pesadilla que te va a costar millones.

A los 30 años exactos, y brincando de la emoción, firmé mis escrituras para adquirir una casa de interés social con un crédito Infonavit. Me decidí, oh craso error, por el Consorcio Ara, que abrió desarrollos en las zonas más barateras y marginadas del Estado de México.

Pero la felicidad me duró poco. Porque, a más de cobrarme $30,000 MN. por un mugroso excedente de terreno que no llega ni a los 4 m2 y que, como está en cuchilla sirve nomás pa'poner plantitas, me entregaron una porquería con pisos de loseta tan mal pegados que tronaban cuando los pisaba mi gato, una losa tan agrietada que parece la telaraña del espáiderman y unas ventanas cuyos marcos de concreto hacen más agua que mi vecino diabético.

¡Ah, pero eso no es todo! Cuando fui a quejarme con la Profeco, que se supone está para proteger los derechos de los consumidores, después de hacerme peregrinar por media ciudad para llegar a su delegación perdida ahí por periférico, muy amablemente me explicaron, con el argumento que, como la garantía de un año que Consorcio Ara pone en su contrato (pos pa'disimular, por supuesto), ya se había vencido, ya podía ir a rezarle a Dios Padre pa'que se arreglaran las goteras. Así no más. Un ing. civil acreditado me dijo que ese tipo de garantías por defectos en la obra deberían tener una garantía mínima de 5 años. Por tanto, Consorcio Ara se justifica con su ridícula garantía balín, y Profeco lo solapa.

Y pa'rematar, tan mal está la casa, los vecinos incultos, el transporte mataperros y los costos del mismo, que ya no puedo vivir en ella.

Además, la unidad está construida a 500 m. de un tiradero a cielo abierto, en una zona entonces carente de zonas comerciales y constituidas principalmente por casitas de 1 recámara. Ya se imaginarán la clase de vecinitos que me tocaron. Todos de barrios marginados, sin cultura y bien agresivos.

Por favor, protege tu patrimonio, tu paz mental y la de tu familia. Evítate una bronca como la mía que me está sangrando el alma y el bolsillo. ¡No compres casas de Ara, y menos en el Estado de México! Recuerda: Se están embolsando millones y tú, puro sufrimiento.

Enviado por: - Usuario(a) de Apestan.com -