Caso 100828    sin calif  (0 calificaciones) Cía: Refacciones y Servicios01/04/15

Refacciones y Servicios en Talismán 40xx apesta

Acabo de aprender una lección que me costó $3,850 más varios días perdidos de espera, una vuelta en balde a las oficinas de Refacciones y Servicios (RFC LUGE-540110-PB6) y una secadora que sigue sin funcionar. Esta "empresa" de cuarta es una defraudadora y de las grandes. Dice prestar servicios de reparación para distintas marcas y aparatos electrodomésticos pero en realidad sólo roban tu dinero. Te mandan a un técnico que evalúa el daño de tu aparato y que emite un diagnóstico con el cual te indica que tipo de reparación procede y cuáles piezas hay que reemplazar indicando que si al momento de la reparación el diagnóstico es incorrecto, tienes la opción de decidir si quieres que te regresen tu dinero o pagar la nueva reparación, ya que la responsabilidad sería del técnico al no haber emitido un diagnóstico acertado.



Antes de siquiera aceptar a que procediera a realizar la reparación, le hice hincapié al técnico que en qué parte del documento indicaba que esto iba a ser así ya que no lo leí en ningún lado y que solamente bajo esta promesa aceptaría la reparación. El técnico me juró y perjuró que esto así sería porque eran las garantías de la empresa e incluso me llamó desconfiada. También, me aseguró que con esa reparación mi secadora tendría mínimo 5 años más de vida, así que acepté porque confié en su palabra y en la honestidad tanto de él como de la empresa para la que trabaja.


Al siguiente día, me cambió la pieza que resultó ser el programador y la secadora aparentemente volvió a funcionar correctamente y tendría una garantía de 60 días. Cuando comencé a utilizar la secadora noté que la alarma de ésta sonaba indicando que ya había terminado el ciclo, pero no obstante no se detenía, sino que había que apagarla manualmente. 3 ciclos más, y la secadora no volvió a encender.


Me comunico vía telefónica con Refacciones y Servicios y después de que la mujer que me contestó me hace explicarle la situación y plantearle mi queja, me interrumpe súbitamente para pedirme que llame al día siguiente, pues ahí era vigilancia, a lo que respondí que porque no me lo comentó desde que me contestó sino que me hizo darle toda la explicación -luego entendí el por qué-. Llamo al otro día y vuelvo a plantearle la queja a la recepcionista y solicito se me haga válida mi garantía.


La señorita me indica que me va a volver a enviar a un supervisor técnico, pues el técnico que me había atendido se encontraba en un curso -honestamente no pensé que esto tuviera mayor trascendencia hasta que se presentó en mi domicilio el otro técnico -no supervisor como me habían indicado- y me comentó que el técnico que me había dado el diagnóstico ya no trabajaba en la empresa.


Si me siguen, llevamos 3 mentiras por parte de esta empresa: la vigilante resultó ser la jefa de servicio, no me enviaron a ningún supervisor y que el técnico que me había atendido estaba en un curso cuando evidentemente esto no era cierto. La 4ta mentira sale a la luz cuando el nuevo técnico nos emite un diagnóstico distinto al primero y ahora resulta que lo que falla es el motor. Pero antes de esto, el técnico había logrado encender la secadora haciendo un puenteo directo y cuando le pedimos la volviera a encender ya no jaló.


Tras realizar un ajuste de cables, la secadora emitió un chispazo que ocasionó un apagón en todo el departamento y al restablecer la energía, la secadora ya no volvió a encender -fue entonces cuando diagnosticó falla en el motor-. No seré experta en el tema pero a todas luces el técnico terminó de descomponer mi secadora con ese puente que hizo y de paso, pudo haber afectado los demás aparatos electrónicos de la casa.


Aún con lo sucedido, seguí confiando en que la empresa me respondería asumiendo la responsabilidad de su falla y reparando el daño o devolviéndome mi dinero. El técnico se retiró diciendo que iba a presentar el reporte y que al día siguiente nos enviarían al supervisor a que realizara otro diagnóstico -cuando se supone que eso era lo que sucedería en esta segunda visita-. Al marcharse el técnico, nos comunicamos a las oficinas para comentarles lo que había sucedido y nos indicaron que llamáramos al día siguiente para hablar directamente con la Jefa de Servicio. Así lo hicimos y fue cuando nos dimos cuenta de la clase de personas que están a cargo de dar la cara al cliente: nos trataron de la forma más grosera y altanera posible, deslindándose en todo momento de cualquier responsabilidad.


La que se dice Jefa de Servicio, con una actitud prepotente no dejaba de argumentar que por qué le reclamábamos, que no era ningún mercado ni lavado de autos-ni al caso su comentario, por demás discriminatorio y clasista- y en pocas palabras que nosotros éramos los defraudadores por quererles reclamar algo que no aceptaban como su responsabilidad. Ni qué decir del apagón que generó el técnico, porque literal nos dijo que eso se lo reclamáramos directamente a él - o sea cómo, ¿en dónde entra entonces su responsabilidad para con sus empleados? Evidentemente tampoco existe tal-. También nos hizo hincapié en que si teníamos otra cosa que reclamar, que fuéramos personalmente a las oficinas y que ella ahí iba a estar.


Yo creo que nunca se esperó que lo hiciéramos porque ni bien colgamos, nos lanzamos directamente para allá porque por si esto fuera poco, desde que solicitó el servicio la primera vez no sé de dónde inventaron que se trataba de una lavadora, así que viendo cómo estaban las cosas yo quería que me corrigieran mi recibo.


Al llegar al lugar, vemos a dos mujeres sentadas en sus escritorios (una muy joven, la otra ya mayor). El lugar está abierto pero una reja separa la entrada de los escritorios. Jamás se nos permitió el acceso para poder tratar el asunto de la forma correcta en que se le debe de atender a un cliente, sino que nos tuvieron parados ahí como si les fuéramos a pedir limosna. La chica fue la que se acercó a nosotros y lo primero que hice fue solicitarle que me cambiara mi recibo, ya que tenía un error. La chica ya había accedido y estaba por hacer la corrección cuando la señora le ordenó que no lo hiciera.


Asumimos que se trataba de la Jefa de Servicio porque le reconocimos la voz -en ese momento me cayó también el veinte de que esa fue la misma mujer que aseguró ser de vigilancia el día anterior- pero en todo momento lo negó la chica y la señora por supuesto no fue para dar la cara e incluso corrió a esconderse a una oficina en el fondo, desde la cual le llamaba por teléfono a la chica para darle indicaciones -fue muy obvio que era ella quien le marcaba porque luego de colgar, salía de esa oficina-.


Total, que por más que les expusimos su ineficiencia y prepotencia, nunca las sacamos de que tendríamos que regresar hasta el lunes para hablar con la Jefa. Obviamente a estas alturas yo ya no confío en que esto vaya a ser así, porque con la mano en la cintura nos vuelven a mandar a volar o va resultar que tuvo que volver a salir de emergencia -según-. Esta señora además, cuando se dignó a volver a salir a su escritorio le daba indicaciones a la chica desde su lugar y cuando yo me dirigía a ella para preguntarle algo de la manera más grosera e irrespetuosa me decía: No estoy hablando con usted, estoy hablando con la recepcionista. WTF? ¿Esta es la manera en la que tratan a sus clientes? Yo también fui Recepcionista alguna vez y si me jefa me hubiera escuchado hablarle así a un cliente me hubiera corrido a patadas en ese mismo instante pero al parecer en esta empresucha de ínfima categoría parece que ni siquiera conocen el término respeto, ya ni hablar del término Atención al Cliente.


Para rematar con broche de oro, en lo que hablábamos con la chica recepcionista y tratábamos de lograr que al menos se comprometieran de palabra a darnos una solución, se para una señora detrás de nosotros y se queda ahí esperando como 10 minutos, por lo que juramos se trataba de otro cliente en espera. De repente, se abre paso entre nosotros y le pide a la chica que le abra la reja y mientras entra balbucea que ella sí tiene mejores cosas que hacer. Nuevamente: WTF? ¿Qué clase de personas "laboran" ahí? Esto ya fue la gota que derramó el vaso, está más que claro que nos han estafado y encima de todo, humillado, ofendido y ninguneado cuando gracias a nosotros y al resto de los clientes, estas "señoras" tienen un pan que llevarse a la boca.


No es justo, eviten a toda costa caer con estas personas que a priori actúan con dolo y sabiendo de antemano que están mal y que por eso adoptan esa actitud grosera y petulante, porque a diario han de tener este tipo de quejas por su ineptitud. Y la señora que se jactó de tener cosas más importantes que hacer que atender a un cliente, debería de empezar por darle más importancia a lo que hace en vez de estar de chismosa oyendo conversaciones que no le incumben, porque ella ni estaba cuando llegamos, ya que está claro que ni una orden de servicio bien escrita pueden hacer en ese lugarcete (refiriéndome a las 2 órdenes de servicio que emitieron y que en lugar de Secadora, dicen Lavadora y lo mismo por teléfono, insistían en que era Lavadora).


Es por ello que decimos que ésta "empresa" que simplemente se hace llamar Refacciones y Servicios en Avenida Talismán 40xx en el Distrito Federal APESTA!

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