Telefónica y sus teleoperadores

Hace más de 7 meses, al cambiarme de domicilio, solicité la línea de teléfono con Telefónica.

La primera operadora que atendió mi solicitud, muy amable y colaboradora, me indicó las mejores ofertas para mi caso. También me ofreció el Famitel, el cual lo acepté poniendo la condición de que me lo cobraran en los dos primeros recibos.

Hasta ahí todo bien, es mas, fueron muy rápidos enviándome el "telefonito", ya que al día siguiente, mediante un mensajero, llegó a casa.
Pero el tiempo pasaba mientras el Famitel, al igual que yo, esperaba y esperaba sin éxito alguno. La línea, la imprescindible línea que haría funcionar a mi Famitel, esa no llegaba, ni creo que llegue nunca.

Desde el mes de agosto del 2006 hasta hoy, he llamado al 1004 pidiendo que me dieran una fecha, o alguna pista, de cuando mas o menos llegaría el feliz momento en que mi Famitel y yo pudiéramos fundirnos en una larga charla Telefónica.
Desde entonces a acá, he tenido la desgracia de poder hablar con casi todos los teleoperadores con los que cuenta Telefónica para darnos un "mejor servicio", si es posible (que sí lo es, por supuesto)

Cada uno de ellos me ha dado una esperanza cada día. Pero claro, me han dado respuestas muy diferentes a una misma pregunta: ¿Qué pasa con mi línea?
Unos decían que llamara pasados 15 días. Otros que un técnico me llamaría para decirme el día en que pondrían nuestra línea (la de mi Famitel y yo).
Otras veces, alguno de ellos me recomendaba que hiciera reclamaciones. Y se hacían.
Pero ahora nos preguntamos ( mi Famitel y yo): ¿ Donde han ido a parar esas reclamaciones?.
Así han ido pasando un mes, dos meses, tres meses, cuatro, cinco...etc. etc........
Un día me llegó un recibo de Telefónica, exigiéndome el pago de 89 Cogí mi móvil y les llamé de nuevo para preguntarles (con mucha educación, eso si): ¿Por qué tengo que pagar un dinero por un consumo que no he hecho, si me es imposible llamar y consumir sin línea Telefónica?
El teleoperador, muy amablemente me dice que la reclamación no es por el consumo de llamadas, que vá, es por mi Famitel!!!!!

Mi querido Famitel, ahí en su cajita, embaladito. Ay, que pobrecillo.
Pero todo acaba bien, ya que El TELEOPERADOR, entiende lo que le explico. Pero de repente se produce la magia: Me dice que antes del 10 de enero del 2.007 nos ponen la línea!!!!!! ( a mi Famitel y a mi ).

Que felices estábamos los dos....

Y llegó el 10 de enero. El tiempo no se detiene ni para Telefónica ni para mí, ni para mi Famitel, ni para ti que me lees. ¿ A que no ?.

Entonces les llamo llena de ilusión y comienza la guerra.

El primer teleoperador de esta etapa nueva, me dice que nunca me pondrán la línea porque no le resulta rentable a Telefónica.¿ Por qué ? le pregunto atónita.
Porque la urbanización es nueva y se tiene que hacer un proyecto. (Al parecer aún no lo habían empezado a hacer)
Pregunto de nuevo:
Y por qué todas estas casas de alrededor, algunas de mas de 100 años, tienen teléfono?
Vuelve a decirme que se tiene que hacer un proyecto.
Bien, dos días después vuelvo a llamar. Esta vez me atiende otra teleoperadora, a la cual, le pido por favor que me pase con alguien superior, un coordinador, alguien que esté por encima de todos los teleoperadores, alguien con mas autoridad.

Me dice que ella es la autoridad.

Al decirle que no creo que lo sea y sigo rogándole que me pase a otra persona que sepa darme una respuesta, me cuelga el teléfono.

En fin, y así una y otra vez...... Hasta hoy, que cuando llego a casa, abro el buzón y me encuentro una carta de los abogados de TELEFONICA exigiéndome el pago del recibo aquel. ¿ Os acordáis ?. Ese mismo, el de mi Famitel.
Les llamo y les digo:

Creo que hasta un abogado entiende que yo no voy a pagar un teléfono que no puedo utilizar porque no tengo línea donde conectarlo.

Que yo ya le envié a Telefónica un fax donde les digo punto por punto desde agosto del 2006 hasta hoy, enero del 2007, todo cuanto estoy tratando de que comprendan sin éxito alguno, porque al parecer, toda esa gente que trabaja para una empresa como es Telefónica, que se ha comido la tostada en el país durante toda la vida, toda esa gente como digo, parece que los saquen de alguna fábrica que se dedique a construir autómatas con el único fin de que contesten un teléfono y no tengan capacidad de resolver los problemas que podemos tener los consumidores.

Y eso si, le hago saber, que además de ser unos ineptos, tienen criterio propio, cosa que me parece muy peligroso.

El abogado me recomienda que llame al 1004 y me explica que ellos son abogados de Telefónica y que aunque me entienden perfectamente, es con el 1004 con quien debo hablar.

Pero bueno, me pide que les envíe por e-mail, el fax que mandé a Telefónica (mandado ya)
Y vuelta la burra al trigo!!!!!!!! Vuelvo a llamar a los teleoperadores, pero claro, esta vez ya no soy tan amable, ni tan ingenua, ni tan gilipollas (con perdón)
Así es que cojo mi móvil y marco: 1004
Vuelvo a contarle la historia de mi Famitel y yo. Pero siento que a la teleoperadora no le gusta mi estilo, es mas, creo que la incomoda.
Después de una charla me pasa con Telefónica on line. (Esta parece más lista que los demás, ya que nunca antes habían usado tal estrategia.)
Pero que vá, yo creo que lo que pasa, es que hoy están los mas listos del cole porque la otra me ha pasado con otra, y esta con otra, y así me han tenido casi una hora, hasta que por fin, cuando yo creía que había tenido suerte y me habían pasado con una coordinadora (dios mío, que palabra mas bonita ), resulta que la coordinadora en cuestión, no debía serlo. Esta casi no hablaba, o lo hacía de forma ilegible para mosquearme. De repente ponía pitiditos y después, al rato, me pedía disculpas por el ruido.

Le exijo el nombre y me lo da, muyyyyy bajiiitoo. Consigo escucharlo a la tercera, y claro, KETY HERNANDEZ, como que no sabemos que los nombres que te dan son falsos.
Acabo diciéndola que parece autista (con perdón), y que en todo caso, de no serlo, lo que si es, es gilipollas.

Y hasta aquí mi relación con Telefónica de España, que mi Famitel y yo ya sabemos que nos vamos a separar, pero también sabemos que nuestra relación no podía durar eternamente.
Un saludo

Enviado por: - Maite Gorroño (maitegam[arroba]hotmail.com)