Caso 166131 sin calif (0 calificaciones) Cía: Cinépolis26/05/23

Cinépolis Arkana Norte el peor servicio

(Cuautitlán Izcalli, Estado de México, )

Categoría: Diversión, Ocio y Deportes / Cine, Conciertos, Teatro y Circos

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Estoy tratando de escribir esto sin dejar correr pasiones y tratando de hacerlo lo más calmado posible, pero me está costando trabajo. El domingo pasado fui complejo denominado Arkana Norte de Cinepolis, en el Estado de México. Al parecer mi membresía había expirado, aunque según Yo eso pasaría hasta junio.

Pedí que me la renovaran y la señorita de la taquilla me dijo que “ya no se hace aquí, todo lo tiene que hacer mediante la aplicación”. ¡¿?!. Solicito hablar con el gerente y, literalmente, la señorita me dice que el encargado le dijo que tengo de dos: O pago el boleto o lo espero porque está muy ocupado.

¡¿En serio?! Pues decido no moverme de ahí y mucho rato después sale un encargado muy mal educado y me pide mi tarjeta para hacer la renovación. No qué aquí no se puede, pregunto. Necesito que me explique por qué la señorita me estaba mandando a hacerlo en otro lado. Medio balbucea una respuesta sin sentido y después me dice que es un nuevo protocolo y la gente de la taquilla no tiene porqué saberlo… ¡¿?!.

Total que después de mucho tiempo renueva mi membresía y le solicito un boleto y me dice que lo tengo que pagar –gran manejo de crisis- le pregunto que por qué y me dice que mi membresía estará activada hasta el siguiente día… Para este momento mi enojo ya estaba en su límite. Aun así le pido que lo cobre con los puntos… Y resulta que los boletos para la función que quería ya estaban ocupados… Más de 40 minutos después de estar ahí.

Exploté, me puse bastante molesto, y le dije que no me iba a mover de ahí hasta que tuviera los boletos que necesitaba. El fulano, sin ninguna experiencia ni ganas de controlar la situación me dice que le haga como quiera y empieza a mandar a las personas a comprar los boletos en dulcería.

Acto seguido va por el vigilante y pretenden entre los dos intimidarme. No me muevo del lugar y le solicito que me de mi tarjeta de club Cinépolis –una edición de los minions que adoro- y con todas sus letras me dice que ya me la dio… Cosa que no sucedió. Aparte de todo me llama mentiroso. Le digo que ahí tienen la cámara que revise si me la dio y me dice “ni sirve, solo está de adorno” ¡¿?!. Entonces decido no moverme de ahí hasta que me devuelva mi tarjeta.
Una hora después decide que va a seguir vendiendo boletos y le exijo que me de mi tarjeta, dice no tenerla y el vigilante me empuja porque “es un lugar público”. El mismo vigilante que ya me había amenazado con traer a la policía –ojalá hubiera llegado-. Sigue pasando el tiempo y decido irme.

Voy al coffe Tree a buscar a la señora S. para saber cuándo puedo encontrar al gerente –Si, esos gerentes inexistentes- y se me acerca otro de los “encargados” –tienen más encargados que taquilleros, lo malo es que no sirven para nada- y ya mi paciencia está agotada. Ni lo escucho.
Es increíble tener que pasar por estos momentos y hay cosas que no puedo dejar pasar:
• No puede ser que el vigilante se sienta en libertad de violentar a sus clientes.
• No puede ser que sus encargados tengan nula empatía y no conozcan ningún medio de control de crisis más que hacer enojar más a sus clientes.
• Exijo la devolución de mi tarjeta de superfanático.
• Sería fantástico saber quién es el gerente y no tener que tratar con todos esos “encargados” que poco solucionan, son groseros y no entiende nada de lo que significa vender un servicio.
• Yo soy el cliente, si toda la respuesta que voy a recibir de Ustedes es “No se puede”, para que luego, hasta que se les de la gana, si se pueda, tienen muchos problemas.
• Legalmente tengo derecho a proceder por la violencia y es estrés al que fui sometido.