Bar La Casa Amarilla Apesta
La Casa Amarilla, este es el nombre de dicho baresucho ubicado en el Barrio Antiguo de Monterrey. Con el solo hecho de no verte "bien vestido" los meseros del lugar ya te ven feo y te tratan de la patada, pero si vas vestido muy fashion hasta besan el piso de donde pasas porque piensan que les darás buena propina.
Esto me sucedió hace un par de meses, cuando un amigo y yo decidimos ir ahí para pasar el rato, fue lo peor que se nos pudo ocurrir. Al entrar, el lugar estaba casi vacio a excepción de los balcones, nos sentamos en unos sillones y nos pusimos a platicar, ni luces de los meseros pero bien no le dimos importancia. Pasados ya los 15 min. se aparece una mesera de mala gana a quitarnos de los sillones porque estaba reservados (según ella) y nos mando a unos sillones muy chicos al rincón del lugar, donde ni ventilaba aire y ni había luz. No hicimos comentario alguno y pedimos la carta, nos la trajo de mala gana y después ordenamos sólo una bebida cada uno. Pasaron mas de 20 min. y la mesera ni sus luces, nos pasamos a otro sillón mas grande donde ventilaba el aire (hacía calor) y vimos como la mesera pasaba constantemente a los balcones con una sonrisa a atender a quienes estaban ahí, lo cual eso ya nos incomodó. Cuando la mesera se dignó a traer lo pedido con mal gesto, paso un hombre también que trabaja en el bar y de muy mala gana le pidió a mi amigo "que bajara las patas" de un sillón que mi amigo vio en el rincón y lo acercó.
Eso nos incomodó más, no por el hecho de pedir que bajara los pies, si no por el cómo se expresó y nos miró. No tardamos ni 10 min. en tomar las bebidas e irnos, la mesera nunca fue a darnos la cuenta, tuvimos que ir nosotros a pedirla (de haber sabido, nos hubiésemos ido sin pagar).
Además del pésimo servicio, las bebidas sabían horribles, podría jurar que la mía sabía a vomitada. Después de ahí, nos lanzamos al ya desaparecido Underground, donde la gente nos trató más amable y el ambiente estaba mucho mejor.
Cabe mencionar que en todo el tiempo que estuvimos ahí, el bar seguía igual y la gente que supuestamente tenía reservada los sillones nunca llegó.Enviado por: - Samantha Tapia (samantha.tapia[arroba]gmail.com)
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