Bancomer, gerente apestoso

Me hubiera gustado que fuera mas extensa tu queja, pero se ve que eres de pocas palabras y tienes razon, en especial cuando a la gente le apesta la buchaca y sus funciones son de atender al publico, esto es mas ofensivo que ver a una lin may desnuda. Estos funcionarios bancarios no son mas que gerentillos que se sienten los dueños del negocio solo porque traen la credencial que los etiqueta como gerentes, pero ni les pagan como gerentes, ni los entrenan como tales. Cuando a mi me llega uno de estos tufos bucales me dan ganas de vomitar y trato de hacerles entender de que ofenden y soy diplomatico, les ofrezco una menta, o bien el clàsico "de lejecitos". Y estar al aire libre no ayuda, como que el mal aliento es una nube toxica que flota y ataca discriminadamente. Ademas bancomer es una monserga, es una de esas empresas que se quedan en animacion suspendida y no sabes cuando escaparan de su capsula del tiempo, de verdad te deseo no tengas que acudir a una de estas sucursales jamas.

Dijeron que escribir con faltas ortográficas es como hablar con mal aliento; se entiende pero de igual manera apesta.

No puedes pasar por alto que te ruge la buchaca e interactuar con los demás como si nada. Como lo dijo el chango, o lo que sea el animalito salvaje que escribió aquí arriba, es ofensivo cuando estás hablando, platicando o dialogando con alguien quien de tan sólo abrir su boquita ya te atrapa en una nube de mal olor que además es uno de los peores olores que existen, es como una conexión directa con el excusado recién usado y sin haberle bajado a la palanca. (existe una explicación para esto, pero no lo haré por obvias razones)

Entonces, si decides continuar siendo una persona cuyo trabajo involucra relacionarse con los demás, atiéndete, ve con el doctor, con el dentista, con el gastroenterólogo, soluciona tu problema del mal olor, un chiclito no basta, sólo combinarás el aroma a eucalipto / menta / yerbabuena con el de los fétidos olores que emanan de tus fauces, empeorando la situación. Y si aparte eres de los que le entra duro a las comidas grasosas, ¡peor aún!